La historia de Breaking Bad nos cuenta que Walter White (Bryan Cranston) comenzó a cocinar y vender metanfetamina debido a su diagnóstico de cáncer. Sin embargo, si bien esa es en parte la razón por la que Walt se transformó en alguien más, su descenso en realidad tuvo lugar debido a la traición de su bondad.
Este hecho se revela en el tercer episodio de la temporada 1 de Breaking Bad donde la empatía de Walt entró en acción y comenzó a pensar que Krazy (Maximino Arciniega) estaba equivocado y merecía una segunda oportunidad.
Lamentablemente, después de que Walt, enfermo y tosiendo, se desmayó y dejó caer un plato, haciéndolo añicos, las cosas tomaron un giro oscuro. Cuando lo volvió a armar después de intentar tirarlo a la basura, se dio cuenta de que faltaba un fragmento.
Sabía que Krazy lo había tomado y, a pesar de querer dejar ir al gángster, sabía que ya no podía confiar en él. Cuando Walt se acercó a Krazy para abrir la cerradura, lo llamó justo antes de que planeara atacar, lo que llevó a una lucha que terminó con Walt estrangulando a Krazy hasta la muerte.
Este fue un gran punto de inflexión porque, mientras Walt lloraba, se sintió herido por el hecho de que su amabilidad fuera escupida. Si los eventos se hubieran desarrollado de esa manera, es posible que Walt nunca hubiera seguido el camino de la metanfetamina y no se hubiera convertido en otra persona como Heisenberg.
Matar a Krazy y darse cuenta de que su humanidad era una debilidad es lo que jugaba en la mente de Walt convirtiéndose en un criminal y un monstruo para asegurarse de que su familia quedara rica en Breaking Bad.
Créditos: vader.news