Breaking Bad: Por qué la peor escena de Bryan Cranston fue lo mejor que pudo pasar

En lo que respecta al fenómeno en que se convirtió Breaking Bad, la crítica especializada y sus fanáticos en general coinciden en que se debió a la convergencia de varios factores claves obvios, como su talentoso elenco y una bien contada novedosa historia, que sin duda trajo consigo un sin fin de memorables escenas que se hicieron merecedoras de una larga lista de premios de la industria del entretenimiento. De todas ellas, hubo una en particular recordada por el público e incluso por el mismo protagonista, Bryan Cranston, como la peor del programa.

Breaking Bad cuenta con una larga lista de escenas memorables

Durante el pleno furor de su arrolladora fama, el arco del personaje de Cranston, Walter White, sufrió un punto de inflexión en la segunda temporada que impactó a la mayoría del fandom que se había estado sumando a la historia de un hombre común que gradualmente se transforma de un maestro de química promedio en una escuela secundaria, a un capo de las drogas apodado Heisenberg empeñado en manipular a los carteles del narcotráfico. 

Uno de los peores momentos para muchos vistos en pantalla durante las cinco temporadas de Breaking Bad, ocurrió durante la segunda entrega, al final de episodio 12 titulado Phoenix, cuando Walter White por primera vez (aunque no la última) traspasa una línea de la que no hay marcha atrás y que para los fanáticos expertos en análisis psicológicos, fue un momento importante que sentó las bases del hombre en el que se convertiría tiempo después con su áter ego criminal, Heinseberg.

Nadie olvida el terrible momento en que Walter decide dejar morir ahogada en su propio vómito a Jane (Krysten Ritter) con Jesse (Aaron Paul) a su lado durmiendo luego de que la pareja viviera una noche de alcohol y drogas. Si bien el todavía profesor de química tuvo un primer impulso de ayudarla, el recordar las amenazas de la chica y la influencia que tenía sobre su ex socio del crimen lo hicieron detenerse fatalmente.

Como se recordará, Jane Margolis aparece en la historia de Breaking Bad como la vecina, casera y posteriormente novia de Jesse Pinkman, que se dedica a diseñar tatuajes mientras atraviesa por una rehabilitación debido al uso de drogas. Lamentablemente la relación con Jesse hace que la chica vuelva al mal camino de los vicios y que se convierta en un obstáculo para el negocio de metanfetaminas que el chico tiene con White, lo que a la larga provoca que este no la ayude cuando la encuentra agonizando mientras Jesse está inconsciente a su lado.

Tiempo después, el mismo Cranston confesó que, aunque fueron muchos los actos criminales de Walter White convertido en el perverso e icónico Heinseberg, ese fue uno de los peores momentos que ha vivido como actor en la serie. Bryan manifestó que tuvo dificultades para filmar la escena de la muerte de Jane, porque a pesar de que para ese momento ya era un actor veterano que había hecho muchas escenas dramáticas, el interpretar la muerte de la chica lo afectó a nivel personal porque la imaginó como si fuera su verdadera hija.

Esa escena en particular es considerada una de las más importantes de Breaking Bad porque marca el verdadero principio de un arco descendente del protagonista, en donde se aleja de sus orígenes y comienza a trazar un destino oscuro que tanto interés provocó en la audiencia. Ese punto fue y sigue siendo motivo de debate entre los fanáticos, por considerar que el buen Walter White se quitó un estorbo de encima y al superarlo abrió la puerta para que cometiera crímenes cada vez peores.

 

 


Créditos: vader.news
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