Mientras todos comentan que la segunda temporada de la exitosa serie original de la plataforma Netflix, Bridgerton, dejará atrás al fantástico romance del guago Duque de Hastings Simon Basset (Regé-Jean Page) y Daphne Bridgerton (Phoebe Dynevor) para dar paso a la historia de Anthony, el hermano mayor de los Bridgerton (interpretado por Jonathan Bailey), uno de los mayores consuelos es saber que uno de los personajes más interesantes y polémicos del programa de época seguirá haciendo de las suyas.
Los amantes de las llamadas producciones de época, no se cansan de celebrar que el creador Chris Van Dusen y la reconocida productora Shonda Rhimes adaptaran en el formato de serie dramática para la plataforma Netflix la obra de la escritora Julia Quinn. Que como mostró la primera temporada llevará a la pantalla en varias entregas las aventuras y desventuras de los ocho hermanos de la elitesca familia Bridgerton en su búsqueda por encontrar el amor y la felicidad.
Ambientada en la alta sociedad londinense durante la segunda década de los años 1800, el relato cuenta con interesantes personajes a quienes dan vida talentosos intérpretes, De este magnífico reparto hay uno en particular que se destaca del resto por varios motivos, nos referimos a la imponente y astuta Reina Charlotte, interpretada por la actriz y cantante guyanés-británica, Golda Rosheuvel, y que por increíble que parezca no existe en la historia original de Julia Quinn.
Muchos espectadores no conocían a la Reina Charlotte, sobre todo que está inspirada en un personaje histórico de la nobleza inglesa y que su magnífica presencia en el show ha causado tanta aceptación e interés como polémica. Algo que lejos de perjudicarla ha traído consigo la noticia de que se programa un spin-off que se sumergirá en su juventud y vida amorosa hasta que termina casada con el Rey Jorge III, consolidando su postura en la cima del pintoresco universo del Bridgerton televisivo.
De ascendencia africana, la verdadera Reina Charlotte gobernó el Reino Unido entre los siglos XVIII y XIX. Aunque al parecer a diferencia de su personaje en Bridgerton la reina no era muy afecta a las grandes pelucas, vestidos pomposos ni tampoco a hacer cumplir sus caprichos, aunque sí le gustaban los cotilleos y actuar de casamentera, es el color de su piel el que más polémica ha causado. Hay un gran debate sobre sus orígenes, ya que algunos historiadores afirman que es descendiente de Madragana Ben Aloandro quien fue amante del Rey Portugués Alfonso III y que es descrita como una mujer mora nacida al norte de África, de allí la presunción de que Charlotte de origen mestizo podría haber sido morena aunque nació siete generaciones después.
Según se cree cuando Alfonso III de Portugal conquistó a los moros de una pequeña ciudad llamada Faro, exigió a la hija del gobernador como amante con la que tuvo tres hijos y que esa joven fue Madragana. Otros historiadores también destacan que algunos retratos oficiales conocidos de la reina Charlotte muestran que tiene evidentes rasgos de origen africano. Charlotte nació en Alemania y a los 17 años fue incluida en la lista de posibles esposas para el joven Rey Jorge III de Gran Bretaña, aunque no fue la primera opción del novio se dice que una vez casados, el mismo día que se conocieron, el Rey jamás le fue infiel como de hecho sí lo acostumbraban sus predecesores.
Tuvo 15 hijos con el monarca y según se cuenta además de cumplir con sus deberes de madre y esposa, amaba las artes y apoyaba la educación de las mujeres hasta el día de su muerte a la edad de 74 años. Al igual como se muestra en Bridgerton, en la vida real el Rey Jorge tercero sufrió de un padecimiento que en esa época se diagnosticó como locura y fue colocado bajo el cuidado de su esposa Charlotte, quien no podía visitarlo tan a menudo como hubiera deseado, debido a sus reacciones violentas. Sin embargo, ella siguió siendo su apoyo a pesar de que empeoró con el paso de los años hasta su muerte.
Créditos: vader.news