Alinear el diseño, desarrollo y programación de una aplicación es, sin duda, uno de los mayores retos a los que me he enfrentado. Conseguir convertir en realidad una aplicación tal y como se planteó y se diseñó en un principio, mantener un proceso de depuración y evolución fluido y continuo, o, en definitiva, que el producto final cumpla las expectativas marcadas al principio, es un proceso realmente complejo.
Créditos: inboundcycle.com