Interpretar a la hija mayor de la familia Stark, fue un reto para la actriz Sophie Turner que con apenas 15 años encarnó a Sansa magistralmente, a pesar de que le tocó protagonizar escenas de violencia y otras formas de tortura, que recientemente en una entrevista confesó que le afectaron como a cualquier ser humano, por más herramientas y trucos de actuación que se tengan.
Algunas de las escenas de la filmación de Game of Thrones, marcaron a la joven actriz Sophie Turner, quien reflexionó sobre las más traumáticas de la serie lanzada en 2011 y que se basó en el libro Canción de fuego y hielo de George R.R. Martin. Esta historia se adaptó al formato de televisión 15 años después de que el autor publicara el primer libro, y estuvo bajo la producción de HBO, con la cual se consagró un lugar más que aceptable dentro de las preferencias de la audiencia hasta nuestros días, con todo y que la última temporada (8) fue muy criticada.
Para Turner interpretar a Sansa Stark, hija de Ned Stark (Sean Bean), el Señor de Invernalia y Mano del Rey de Robert Baratheon (Mark Addy), representó sufrir. Esto porque, al igual que la mayoría de los personajes de Game of Thrones, Sansa estuvo sujeta a muchas experiencias duras y traumáticas desde el principio de la serie.
Comenzando en la temporada 1 cuando sacrificaron a su loba Lady, luego la decepción amorosa que tuvo con Joffrey Baratheon/Lannister (Jack Gleeson) quien la obligó cruelmente a presenciar cómo decapitaban a su propio padre, a pesar de haber prometido misericordia. Además, que su relación con Joffrey fue terrible, porque también abusó física y verbalmente de ella. Sin dejar de mencionar que Sansa fue secuestrada por los Lannister, y hasta la obligaron a casarse con Tyrion Lannister (Peter Dinklage).
Pero no fue solo eso, luego con el desarrollo de la serie, las cosas solo empeoraron para Sansa al punto de llegar a ser violada y abusada por Ramsay Bolton (Iwan Rheon), lo que la llevó a pensar en suicidarse. En una entrevista con una colega, Turner confesó que probablemente "exhiba algunos síntomas de trauma en el futuro. A esa edad, no creo que pudiera comprender mucho de la escena. Y los primeros años, tenía a mi mamá conmigo porque me acompañaba, así que me ayudaba mucho", ya que por más que se tengan herramientas para separarse del personaje, el actor es un ser humano.
Turner agregó que a veces “ayuda tener gente alrededor que también esté dispuesta a salir de eso. Y es algo que al crecer en un programa como Game of Thrones, el tema era tan pesado que desarrollé un mecanismo de afrontamiento de divertirme al máximo entre tomas, para no traumatizarme”.
Si bien el personaje de Sansa experimentó muchos traumas a medida que crecía, dentro de la serie, al final terminó siendo la Reina del Norte, mientras que otros no tuvieron tanta suerte, y pasó de ser una mujer maltratada a una empoderada, lo que le pudo haber servido de ayuda para los traumas que se pudieron haber formado; cuando siendo una quinceañera debutó para Game of Thrones. Aunque Turner añadió que la producción de la serie se aseguró de que tanto ella como Maisie Williams (Arya Stark) que tenían la misma edad, se sintieran cómodas y seguras filmando las escenas gráficas de esta épica de HBO.
Créditos: vader.news